WASHINGTON – Hoy, el Presidente Obama hizo un llamado al Congreso para que extienda el crucial seguro por desempleo para millones de estadounidenses que buscan trabajo. El martes, el Senado de Estados Unidos votará para extender el seguro por desempleo para los estadounidenses que aún tienen dificultad para encontrar trabajo y superar los efectos que persisten de la recesión. En los tres esfuerzos previos, los republicanos del Senado han bloqueado la extensión de ayuda de emergencia para los desempleados. En todo el país, este obstruccionismo ya está bloqueando la ayuda a 2.5 millones de estadounidenses, y cientos de miles más se ven impactados por cada semana adicional de retraso.

El Presidente también destacó que muchos republicanos han apoyado previamente las extensiones de seguro por desempleo con gobiernos republicanos pero ahora se rehúsan a ofrecer ayuda a las familias de la clase media. Muchos de estos republicanos quieren otorgar recortes tributarios por cientos de miles de millones de dólares para los estadounidenses más ricos mientras les dicen a las familias trabajadoras que no pueden darse el lujo de ayudarlas cuando más lo necesitan.

En la Casa Blanca, acompañaron al Presidente y compartieron su historia tres estadounidenses que necesitan dicha extensión:

• Jim Chukalas, de Fredon Township, NJ, en un recorte de personal perdió su puesto de administrador de repuestos en un concesionario de Honda en el 2008. Se le agotaron los beneficios del Nivel III y los del Nivel IV se vencieron hace dos semanas porque el Congreso no hizo nada al respecto. Jim ha buscado trabajo persistentemente y se esfuerza por mantener el ánimo por el bien de su familia.

• Leslie Macko, de Charlottesville, VA, perdió su trabajo como esteticista en el 2009. Recibió y agotó los beneficios de compensación por desempleo de Virginia. También ha agotado sus beneficios de Nivel I y recibió las 4.9 semanas de compensación de emergencia por desempleo de Nivel II que podía recibir. Sin embargo, ha habido un retraso de seis semanas en los beneficios del Nivel II y una vez que los reciba, no tendrá derecho a más beneficios por desempleo. Continúa buscando trabajo persistentemente. Para pagar su alquiler, servicios públicos, alimentos y otros gastos, ha tenido que pedirle dinero prestado a su padre mensualmente.

• Denise Gibson de Queens, NY, en un recorte de personal en enero perdió su empleo como supervisora de mantenimiento y desde febrero viene recibiendo beneficios de seguro por desempleo. Recibirá beneficios solamente hasta agosto, a no ser que se apruebe una extensión. Actualmente está retrasada con el pago de alquiler y debe volver al tribunal de vivienda a comienzos de agosto. Está acudiendo a entrevistas de trabajo y planea estudiar enfermería este año.

A continuación, la versión preparada de las declaraciones del Presidente:

Declaraciones del Presidente Barack Obama – Versión preparada

Buenos días. En este momento en todo el país, muchos estadounidenses están sentados en la mesa de la cocina ante los anuncios clasificados, actualizando su currículo o enviando otra solicitud de trabajo, con la esperanza de esta vez tener una respuesta. Los embarga la incertidumbre de no saber de dónde vendrá su próximo cheque de pago. Y sé que lo único que los librará de esas preocupaciones –lo único que acabará con esa incertidumbre– es la seguridad de un nuevo empleo.

Con ese fin, debemos continuar nuestros esfuerzos por hacer lo posible para propiciar el crecimiento y la contratación de personal. Y espero que el Senado tome una decisión esta semana sobre un conjunto de recortes tributarios y mayores préstamos a pequeñas empresas, donde se genera gran parte de los empleos de Estados Unidos.

Pero incluso mientras nos esforzamos por impulsar la generación de empleo en el sector privado, hacer que las empresas contraten personal y salir de este hoyo económico, también tenemos otra responsabilidad: ofrecer ayuda de emergencia a los estadounidenses que fueron víctimas de recortes de personal durante esta recesión; ayudarlos a que les alcance el dinero –y mantengan a sus familias– mientras buscan otro trabajo.

Por eso es esencial que se apruebe la extensión del seguro por desempleo que se someterá a votación mañana. Debemos aprobarla por el bien de personas como Jim Chukalas, que está conmigo hoy y que trabajó como gerente de repuestos en un concesionario de Honda hasta hace dos años. Jim ha enviado su currículo a todas partes e incluso ha ido de puerta en puerta en busca de empleo, pero no ha tenido una sola entrevista. Está tratando de ser fuerte, por el bien de sus dos hijitos, pero ahora que ha agotado sus beneficios por desempleo, se le está haciendo más difícil hacerlo.

Debemos aprobarla por el bien de personas como Leslie Macko, que perdió su empleo en un gimnasio el año pasado y busca trabajo desde entonces. Debido a que sólo reúne los requisitos para unas cuantas semanas más de pagos por desempleo, está haciendo lo que nunca pensó que tendría que hacer. Por lo menos no a estas alturas. Está recurriendo a su padre para recibir ayuda económica.

Debemos aprobarlo por el bien de estadounidenses como Denise Gibson, cuyo puesto en una agencia de bienes raíces fue eliminado este año. Denise ha estado yendo a entrevistas de trabajo, pero hasta ahora, nada. Mientras tanto, está cada vez más retrasada con sus pagos de alquiler. Y ahora que sus beneficios por desempleo están por vencerse, le preocupa lo que le depara el futuro.

Debemos aprobarla por el bien de todos los estadounidenses que no han podido encontrar empleo en una economía donde hay cinco solicitantes por cada puesto vacante; que necesitan ayuda de emergencia para que los ayude a pagar el alquiler, los servicios públicos y la comida que ponen sobre la mesa, mientras buscan otro trabajo. Durante mucho tiempo, ha existido la tradición –durante presidencias tanto demócratas como republicanas– de ofrecerles ayuda a los desempleados. Ése, desde luego, fue el caso con mi predecesor cuando los senadores republicanos votaron varias veces para prolongar los beneficios de emergencia por desempleo.

Pero en este momento, estos beneficios que a menudo son la única fuente de ingresos de las personas mientras están desempleadas, están en peligro. Tras años de promover medidas de política que convirtieron un superávit récord en un déficit enorme, la misma gente que no tenía ningún problema en gastar miles de millones en recortes tributarios para los estadounidenses más ricos ahora dice que no debemos ofrecerles ayuda a estadounidenses de clase media como Jim, Leslie o Denise, que realmente necesitan ayuda.

En las últimas semanas, una mayoría de los senadores ha tratado –no una, no dos sino tres veces– de prolongar la ayuda de emergencia temporalmente. Y cada vez, una minoría partidista en el Senado ha recurrido a maniobras parlamentarias para bloquear la votación, negándoles ayuda muy necesaria a millones de personas que están sin trabajo. Líderes republicanos en el Senado están promoviendo una noción equivocada de que la ayuda de emergencia de alguna manera desincentiva a que la gente busque trabajo.

Bueno, pienso que eso refleja una falta de fe en el pueblo estadounidense. Los estadounidenses que me escriben cartas y que conocí en asambleas públicas – estadounidenses como los presentes aquí hoy– no buscan dádivas. No es que no quieran trabajar. Quieren hacerlo desesperadamente. Simplemente no pueden encontrar trabajo. Son gente honrada, decente, trabajadora que está pasando por un mal momento por razones ajenas; que no tiene a quién más recurrir excepto al seguro por desempleo; que necesita ayuda de emergencia para poder sobrellevar esta tormenta económica.

Mañana, tendremos otra oportunidad de ofrecerles ayuda; de cumplir con gente como Jim, Leslie y Denise, y espero que la aprovechemos. Es hora de que la politiquería de Washington deje de ensañarse en quienes perdieron el empleo en esta recesión. Es hora de hacer lo correcto, no para las próximas elecciones sino para la clase media. Es hora de dejar de bloquear la ayuda de emergencia para estadounidenses que están sin trabajo y prolongar el seguro por desempleo. Y eso es lo que espero que hagan los miembros del Congreso de ambos partidos. Gracias.

 

INFORMACIÓN DE TRASFONDO ADICIONAL
Las cláusulas del seguro federal por desempleo se vencieron el 4 de junio. La negativa de los republicanos de hacer algo al respecto ya ha bloqueado la ayuda a 2.5 millones de estadounidenses, y cientos de miles más se verán impactados por cada semana adicional de retraso.

También hay un imperativo económico para prolongar dichos beneficios. Evaluaciones independientes de la Federación Nacional de Empresas Independientes (National Federation of Independent Businesses) y una encuesta por la Universidad de Duke/la revista CFO mencionaron inquietudes sobre ventas y poca demanda de productos como las mayores inquietudes expresadas por las pequeñas empresas y funcionarios financieros de corporaciones. La encuesta de Duke determinó que 36.4 por ciento de los CFO consideran que la limitada demanda de los consumidores es el mayor problema macroeconómico de su empresa, en lo que resultó ser, entre las inquietudes mencionadas, 18 puntos porcentuales más alta que cualquier otra.

Prolongar los beneficios por desempleo aumenta el poder adquisitivo local. El economista Mark Zandi de Moody’s Economy.com calculó que el efecto multiplicador de otorgar seguro por desempleo es de 1.6, lo que significa que por cada dólar gastado en compensación por desempleo, se agrega $1.60 a la producción de nuestra economía. De manera similar, la Oficina de Presupuesto del Congreso (Congressional Budget Office), entidad no partidista, calcula que el factor es de 0.8 a 2.1.