Cuando la nueva luna creciente trae consigo el mes sagrado del Ramadán Michelle y yo les enviamos nuestros más cordiales saludos a todos quienes observen el mes de ayuno en Estados Unidos y en el resto del mundo.

Ramadán es el momento en que las familias y las comunidades se reúnen para celebrar cenas iftar y para orar en encuentros festivos que demuestran las ricas y diversas tradiciones de las sociedades y culturas musulmanas.

Es también un momento profundamente espiritual para la reflexión y la renovación para reforzar el agradecimiento y la toma de conciencia respecto a la misericordia de Dios.  Los musulmanes honran cada día del Ramadán como una jornada de resistencia y paciencia por medio del ayuno y cada noche como noche de gratitud por medio de las oraciones. Es un tiempo para fortalecer la fe, la compasión y el perdón, y la perseverancia durante la adversidad. En este mes de ofrendas, musulmanes de todo el mundo se dedican a ayudar a todos aquellos afectados por los conflictos, el hambre, la pobreza y la enfermedad. Y aquí en Estados Unidos los musulmanes estadounidenses se suman a sus conciudadanos para ayudar a los menos afortunados, auspiciando actividades entre los credos que favorezcan el entendimiento y nos recuerden que estamos unidos como una sola familia estadounidense. La diversidad y el patriotismo de las comunidades religiosas de Estados Unidos nos dan fuerza a todos nosotros, y nuestra libertad para orar nos recuerda los valores que compartimos.

Una vez más espero el momento para recibir a musulmanes estadounidenses en la Casa Blanca para nuestra cena iftar anual en honor al mes del Ramadán y para reconocer el servicio de los musulmanes estadounidenses en todo el país. De mi familia a las suyas, Ramadán Kareem.