Es con gran pesar que nos enteramos de la noticia de que los cuatro últimos mineros desaparecidos no sobrevivieron la explosión en la mina Upper Big Branch. Mis pensamientos y oraciones acompañan a las familias de todos los fallecidos en este trágico accidente, y agradezco a los equipos de rescate que trabajaron incansable y heroicamente para buscar a los desaparecidos. Éste ha sido el peor desastre de minería en Estados Unidos de los últimos cuarenta años, y el impacto en todos los residentes de Virginia Occidental ha sido inmensurable. No podemos recuperar a los hombres perdidos. Lo que podemos hacer, en su memoria, es investigar a fondo esta tragedia y exigir que se rindan cuentas. Todos los estadounidenses merecen trabajar en un lugar seguro, y debemos tomar todas las medidas necesarias para asegurar que todos nuestros mineros cuenten con la mayor seguridad posible para que no vuelva a suceder una catástrofe como ésta.

###